Pues sí, como dijo Mario Sotela pocos se imaginaban que en un año de gestión al frente del equipo de Liberia Mía iban a lograr ganar un título nacional.
Y no es para menos, ya que entre polémicas, resultados sorpresivos y esos largos viajes de horas en bus típicos de cuando se sale de Guanacaste los pamperos cosecharon lo mejor de sus frutos sacados del arbol de Guanacaste que han sembrado casi desde que ascendieron a la primera hace ya ocho años, sin olvidar aquella final de Liga de Ascenso que perdieron hace ya 10 años ante el ahora finalista de Segunda División el Santos de Guápiles, dos antes de su escalada hacia Primera, donde una pequeñísima parte de su afición que estaba molesta se desquitaba con todo lo que encontraba a su paso, y que en ese momento ni los que se portaron bien ni los que se portaron mal pensaban que 10 años después la máxima gloria del futbol nacional que supuestamente estaba reservada solo para dos escuadras la tendrían ellos en sus manos, aunque a Harond Wallace se le haya caído por unos segundos.
Tengo que admitir que por más que no esté de acuerdo en que los jugadores amonestados que participaron en el partido contra Saprissa hayan puesto un solo pie en la cancha por no cumplir la sanción, tengo que reconocer que lo viston en la final es para quitarse el chonete y gritar güipipía a la luna liberiana que como nunca ilumina a todo un país desde el cielo de la tierra que le canta.
¿Qué pasará con la tan polémica investigación que se llevó media semana en comenzar a llevarse a cabo? Solo el tiempo lo dirá, mientras tanto solo me resta decir:
¡¡FELICIDADES LIBERIA!!
Foto: Deportivas Columbia
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