Reconozcámoslo, Alvaro Saborío ha sido una ficha importante que tanto en Saprissa como en el Sion de Suiza ha tenido encuentros cercanos y lejanos con la red en cada partido que ha disputado; pero hasta ahí, porque con la selección nacional de Costa Rica la portería rival se aleja más a tal punto que pareciera convertirse en un defensa del equipo rival en lugar de atacar del lado propio.
A cinco años de esa anotación que selló el pase de la Tricolor a los juegos olímpicos de Atenas 2004 en Guadalajara, la presencia de “Sabo” con los colores patrios se han hecho sentir cada vez menos, no es de extrañar que justamente en aquél proceso olímpico Kenton se convenciera tanto de la en aquél entonces capacidad del hijo del exjugador Alvaro McDonald, que todavía a cinco años de estar al mando de esa escuadra histórica que tenía 20 años de no acudir a una cita olímpica el ahora entrenador de la mayor se haya guiado más por su nombre que por él como hombre, pues como el rendimiento lo muestra claramente Saborío ha quedado debiendo mucho en las últimas presentaciones con la roja puesta, y aún así la mantiene puesta en el pecho, y lo más increíble de todo es que pareciera tener un puesto fijo en la oncena titular.
Si ya deporsí siendo goleador del campeonato nacional con Saprissa demostró que la camiseta roja le quedaba demasiado grande como para ponérsela antes del pitazo inicial, no hay lugar a la discusión cuando está muy claro que Saborío no es jugador de selección, de hecho en sus últimas presentaciones con la “sele” ha subido menos que con sus clubes, lo cuál nos hace preguntarnos ¿Dónde está ese goleador nato que llegó a la selección para aportar su jerarquía en la delantera y encender la chispa que hace falta para una delantera más explosiva? ¿Alguien lo sabrá? Ese alguien definitivamente no es Kenton.
Foto: Nacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario