martes, 2 de junio de 2009

Presión y "pressure" en la Cueva



Mucha historia está en juego, y aunque esta vez no será un partido de clasificación debido a la prontitud del encuentro con respecto al calendario, es un hecho que con el invicto tico en casa frente a los estadounidenses mantenido desde hace ya muchos años hay un aire de presión para ambas escuadras, sobre todo para la nacional que enfrentará la presión de sumar puntos como local y avanzar un paso más en la lucha por el boleto hacia la cita planetaria en el sur del continente negro.

A esta selección estadounidense le espera una agenda apretada durante este mes en donde después de su compromiso eliminatorio en nuestro país tendrá que viajar a tomar una probadita de lo que será la fiesta futbolística que paralizará al planeta dentro de un año; y el próximo, deberá defender en su casa el título que lo llevó a esa pequeña muestra de lo que será la cita mundialista en la lejana Sudáfrica.

La presión para la Tricolor será muy grande a pesar de que la afición estará de su lado al igual que el estadio es un juego en casa y hay que ganarlo, para nadie es un secreto que los tres puntos en casa son vitales para correr hacia el avión que lleva hacia el escenario mundialista, y más ahora que la punta de la hexagonal está prácticamente en juego, y las aspiraciones ticas de ir por tercera vez consecutiva a la gran fiesta dependen en buena parte de los puntos en la cueva morada del monstruo que este miércoles se pintará de rojo con morados, manudos, heredianos, liberianos, y demás aficionados unidos cantándole al equipo de todos.

Un príncipe y un zorro fueron los verdugos del Tío Sam rumbo a Oriente y el viejo continente respectivamente, ¿Quién será el artillero que estampe su apodo en este nuevo duelo entre ticos y norteamericanos? ¿O acaso será la hora de la venganza para los 11 guerreros de Bob Bradley después de nunca sacar un punto de tierras ticas? ¿O será que este duelo terminará con las redes quietas movidas solo por el viento? Los ticos esperamos que sea la primera, aunque no haya ningún apodo.

Fotos: AFP/AP

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